miércoles, 14 de septiembre de 2011

¡BASTA DE BARBARIE! ¡QUE SE PROHIBA EL TORO DE LA VEGA!

Ayer se consumó la masacre del toro "Afligido" en el llamado Festejo del Toro de la Vega en Tordesillas (Valladolid). El mozo que lo lanceó fue aclamado vencedor del torneo, teniendo su momento de gloria ante sus vecinos (ver enlace). La lástima es que su único mérito es el de lancear hasta la muerte a un toro cansado y aturdido, sufriendo éste hasta que otro mozo terminara con la vida del toro moribundo con bastante poca pericia, prolongando la agonía unos minutos más. 

A pesar de que el ayuntamiento de Tordesillas y el Patronato que defiende este "festejo" aducen que esta práctica constituye un Patrimonio Etnográfico según el artículo 46 de la Ley de Patrimonio Histórico, argumentando razones lúdicas (como si esto fuera un juego), estéticas (como si fuera un espectáculo bello) y de índole tradicional (como si el hecho de realizarse desde la Edad Media fuera suficiente para mantenerlo) es alucinante que en pleno siglo XXI se continúe con esta práctica bárbara. 

En la página del Patronato del Toro de la Vega (ver enlace) se puede leer: "La salud social de una comunidad consiste en una tensión y equilibrio entre lo ideal y lo real, en una permanente toma de contacto con la realidad en la que no se abstractice el saber, no se reduzca la vida y las relaciones de los hombres a esquematismos artificiales e infecundos. Sería una abstracción y una quimera el que pudiera predominar el derecho artificial, convencional, sobre los Usos y Costumbres tradicionales del Toro de la Vega. Esta situación no originaría un equilibrio entre lo ideal y lo real, sino una tensión que llevaría a la comunidad tordesillana a la "guerra toroveguista" armada con más de 8.000 lanzas verdaderas, contra quienes pretendieran acabar con el Toro de la Vega ortodoxamente realizado, eje de las fiestas tordesillanas". Es decir, que anteponen la tradición al sentido común, estando incluso dispuestos a levantarse en armas contra los que se opongan a esta fiesta.

Otra perla: "Por moral debe entenderse las normas primarias de Derecho conforme a la propia naturaleza de las cosas. No es inmoral que a un toro bravo, nacido y creado para la fiesta, se le dé el destino que desde su origen tiene marcado".  De nuevo el argumento de que los toros han nacido para ser matados violentamente por parte de los seres humanos.

Una tercera: "En Tordesillas predominó la costumbre sobre la Ley. La suelta de toros no respetó, se contrapuso a la ley imperante, pues el tema no es nuevo y lo venimos arrastrando desde su propio origen (...). En el siglo XIII el Derecho legislado eran las famosas Siete Partidas del rey Alfonso X el Sabio, la práctica jurídica de Tordesillas no fueron las Partidas, el derecho oficial, sino la costumbre, pues el famoso código alfonsino equivalía casi a la derogación de las fiestas de toros –entre las que se encontraba la suelta que dio origen al Toro de la Vega-; declaró infamados a los lidiadores de a pie porque practicaban el alanceamiento por precio. En Tordesillas se siguió la costumbre de permitir a las gentes del común el alanceamiento (...). El Patronato del Toro de la Vega, a quien tenemos el alto honor de presidir y representar, no acepta en toda su medida las razones exculpatorias de las disposiciones legales represivas del Rey Sabio". A pesar de que ya Alfonso X El Sabio pretendía prohibir esta práctica en el siglo XIII, las autoridades de Tordesillas anteponían y anteponen la costumbre a cualquier ley. ¿Respetarían una ley que prohibiera este deplorable espectáculo?

El Patronato llega incluso a utilizar esos artículos para posicionarse de forma política, con un tufillo que recuerda a otros tiempos: "Mientras haya toros en casi todos los pueblos de España, el país será uno e indivisible, pues la fiesta brava de la que el Toro de la Vega es el biotipo constitucional, une lo que otros separan". Sin comentarios.

En el punto IX de esta defensa jurídica que esgrime el abogado de este Patronato, se añade, como resumen de lo dicho anteriormente: "El torneo del Toro de la Vega, patrimonio etnográfico de Tordesillas, creado a lo largo de los siglos, por los conocimientos y actividades taurómacas de los tordesillanos como expresión relevante de la cultura tradicional del pueblo de Tordesillas, en sus aspectos materiales, sociales y espirituales, y transmitido por herencia de generación en generación, constituye un bien comunal de la Villa y Corte, un patrimonio etnográfico tordesillano único en el mundo". De nuevo se anteponen las costumbres, por muy bárbaras que éstas sean, a los valores que cualquier persona con sentido común y un mínimo de sensibilidad debería poseer. 

Ante estos argumentos que ignoran totalmente el derecho del animal a disfrutar de un bienestar, que aducen que por el simple hecho de existir desde hace siglos, el Toro de la Vega debe  ser una actividad mantenida, digamos NO A LA MASACRE DE TORDESILLAS. Instemos al Ministerio de Cultura a que esta vergüenza para el país se suma en el olvido.

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