miércoles, 17 de junio de 2015

NOS SIGUEN ESTAFANDO


Acabamos de saber que, para este año, el sistema eléctrico español alcanzará un superávit de 1.000 millones de euros, debido al aumento de la demanda y a los recortes infligidos al sector de las renovables (incluso la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia –CNMC– cifra en 1.400 millones ese superávit). Sin embargo, eso no se traducirá en la rebaja de la factura de la luz, ya que la Ley Eléctrica aprobada en 2013 por el PP obliga a destinar esa cantidad a financiar el llamado “déficit de tarifa”, esa cifra que es la diferencia entre lo que, de forma opaca, nos dicen desde las compañías eléctricas que les cuesta producir la energía, aunque esa cifra esté hinchada, y los ingresos que reciben a partir de lo que pagamos en la factura de la luz los consumidores. Esa cifra se estima que es de unos 28.000 millones de euros. Desde la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético se exige, desde hace ya más de un año, una auditoría de costes de la energía, porque esos costes siempre se han estimado, como he dicho, pero nunca se han conocido realmente.
Y mientras que el Gobierno, merced a esa ley antes citada, tiene la potestad de aumentar el parte fija de la factura (que supone el 60% del precio total) para sufragar esa deuda, no puede rebajar el precio de la luz sin cometer una ilegalidad, mientras tenga esa deuda histórica, aunque exista ese superávit. Las cinco compañías eléctricas agrupadas en la patronal UNESA (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, E.ON España y EDP) continúan aumentando sus beneficios. Como muestra, un botón: en el primer trimestre de 2015, Endesa ganó 435 millones de euros, un 4% más que el mismo periodo de 2014, E.ON unos 1.000 millones (casi un 40% más), la portuguesa EDP casi 300 millones. La cosa no acaba aquí: la Audiencia Nacional anuló en abril pasado la mayor multa (61 millones de euros) de la CNMC a las eléctricas por pacto de precios a la patronal de la energía, junto a otras compañías como HC Energía. Desde luego, con este gobierno del PP, nunca le han ido mejor los negocios al lobby energético que ahora. Las puertas giratorias, en estos años, no han parado de batir, recompensando a los políticos quienes, desde el PSOE y el PP, tanto han hecho por aumentar sus cifras de negocio.
Mientras tanto, siguen aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero y nos vamos aproximando al punto de no retorno en cuanto al aumento de la temperatura media de la Tierra, estimado por los científicos en 2ºC. Es decir, que si se aumenta en esa cantidad la temperatura media, los efectos del cambio climático ya no podrán ser controlados y entraremos en una espiral de fenómenos atmosféricos cuyas consecuencias serán difíciles de prever. Frente a la “lógica empresarial” se debe imponer la razón científica, cada vez más aceptada, hasta por el papa Francisco, quien, en su encíclica filtrada a los medios, reconoce que el cambio climático es principalmente obra del ser humano y hace un llamamiento a la protección del planeta, así como a la acción para “proteger nuestra casa común”.
Artículo publicado ayer en La Crónica del Pajarito:


jueves, 4 de junio de 2015

UNA ALIANZA POR EL CLIMA


Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, dos noticias me han llamado la atención esta semana en la prensa regional. Por un lado, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), a través de su presidente, Miguel Ángel Ródenas, advierte de que la sequía “va avanzando y a peor, y puede ser muy larga”. Por otro lado, según la web eltiempo.es, “la primavera está siendo más cálida y seca de lo normal: el pasado abril fue el cuarto más cálido desde 1961, con escasas lluvias, y mayo ha destacado por sus altas temperaturas, con récords superiores a los 40 grados” en algunas zonas, como hemos podido comprobar en nuestra región hace un par de semanas. Además, la meteoróloga Mar Gómez, de dicha web, afirma que “se prevé que en Europa se registren temperaturas veraniegas más altas de lo normal en zonas del sur y el este del continente, incluidas la cuenca del Mediterráneo y áreas del este de España, sur de Francia, Italia, los Balcanes y este y oeste de Turquía”, en relación a la media de los años comprendidos entre 1981-2010.

Estas dos noticias son dos indicios más que fundados de que el cambio climático está actuando y de que en nuestra región ya estamos sufriendo sus consecuencias. Ya teníamos datos suficientes para afirmar esto, como que el año 2014 ha sido el segundo año más cálido en España, con una temperatura media de 15,96o C, que supera en 1,33oC al correspondiente valor normal (período de referencia 1971-2000), sólo muy ligeramente por debajo del año 2011 (Tª media de 16,00o C) y algo por encima del 2006 (Tª media de 15,89o C).

A nivel internacional, la ola de calor que está sufriendo la India, con temperaturas por encima de los 45C, que ha provocado más de 2.300 muertos, es una prueba más de que el calentamiento global es un hecho palpable. Según Greenpeace, las investigaciones más recientes muestran que las olas de calor son cinco veces más frecuentes de lo que serían si no existiera el calentamiento provocado por el ser humano, y la posibilidad de que las olas de calor estén siendo causadas por el cambio climático es de un 80%. De acuerdo a la organización, de no limitar las emisiones de dióxido de carbono, se prevé que las olas de calor serán en 2040 doce veces más frecuentes que en la actualidad. Sólo un puñado de científicos que trabajan a sueldo de las compañías petroleras se atreven a negar el fenómeno más grave que está ocurriendo en este siglo, cuyos efectos vemos todos los días en las noticias de la televisión: inundaciones, tornados, temperaturas extremas, cosechas destruidas.

Afortunadamente, la sociedad civil se está movilizando para que este tema esté en la agenda de todos los gobiernos, como se ha verificado esta misma semana, en que 400 organizaciones españolas (que representan al movimiento ecologista, sindical, de cooperación al desarrollo, ciencia e investigación y consumidores) se han unido en una Alianza por el Clima, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad de la necesidad de que se alcance un acuerdo global en la próxima Cumbre del Clima de Paris (COP21), que se celebrará el próximo mes de diciembre.

Esta cumbre, auspiciada por la ONU, constituye tal vez la última oportunidad de que se llegue al compromiso de todos los gobiernos, sobre todo del llamado primer mundo, pero también de los países emergentes, de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y detener el aumento implacable de la temperatura global, condición indispensable para que nuestro futuro no se vea comprometido.

Artículo publicado hoy en La Crónica del Pajarito:

http://www.lacronicadelpajarito.es/blog/federicogcharton/2015/06/una-alianza-por-clima